Mi primer año como blogger significa
37 entradas, 43 seguidores visibles, no sé cuántos invisibles, 481 pruebas de
feedback y de que hay alguien al otro lado leyendo porque dejó su comentario, 9.929 visitas en total en mi blog de entre los más de 50 millones de blogs que hay en
todo el mundo, y que si escribes “ironías” en Google, “Entre ironías, sudores y
sinceridades” sea la sexta entrada que aparece en los resultados. Marea un poco
saber que haya tantos ojos siendo testigo de mis pajas mentales, tengo que
decirlo.
Desde que decidí empezar a darle a
la tecla, he pasado infinitas horas menos frente a la tele zapeando o perdiendo
el tiempo en cualquier otra tarea improductiva. Como procastinadora
profesional, escribir un blog podría ser una excusa más para
dejar de hacer algo realmente importante, si no fuera porque:
- Para alguien que sufre de
incontinencia verbal, no hay nada mejor que poder decir lo que le da la gana y
cuando le apetece. Y encima soy siempre que quiero la protagonista. He creado mi propio
reality show.
- Tener un blog me ha supuesto
conocerme mejor, y por extensión, le ha permitido lo mismo a todos los que se
han parado un ratito por aquí, sean amigos o no. Hola, no me llamo Rita de
verdad, y a pesar de que muchas historias las adorne, utilice la literatura
para cambiar ciertos detalles y ponga cuarto y mitad de exageración andaluza,
en definitiva mi esencia es todo lo que he venido publicando por aquí, y con
mis escritos he ido apuntalando mi identidad. He sido capaz de plasmar pensamientos
que me desbordaban, o de escribir las palabras que jamás me atreví a decir en
directo, y eso desde luego que me ha permitido ahorrar mucho dinero en terapias
psicológicas, encontrando cierta curación en el abecedario.
- Este rincón me sirve de
memoria, he creado un disco duro externo de muchas de las cosas que he vivido,
y para una que tiene memoria de pez y que ya no tiene edad para escribir
diarios y esconderlos bajo la cama, es realmente útil. Y el hecho de escribir,
es en sí mismo un ejercicio de memoria, así que ya no tendré que comer rabos de
pasas. (Los otros me los seguiré permitiendo).
- No he recibido más que
alabanzas, ánimos y cariño en todo este tiempo que insuflan mi ego, y a pesar
de que -no sin miedo- he dejado de moderar los comentarios del blog, aún no he
tenido ninguna experiencia desagradable ni me han spammeado desde Rusia con “amores
de previo pago”. Tengo que admitir que cada nuevo comentario o seguidor, me
hace casi la misma ilusión que recibir un mensaje inesperado de amor de alguien
a quien quiero.
- El blog se ha convertido en una
apasionante motivación; disfruto mucho dejándome atrapar en mis pensamientos
tratando de hilarlos con coherencia, creando “algo” desde el sofá, y sólo con
el portátil sobre las piernas. ¿No dicen que para sentirse realizado, uno tiene
que plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo? Bueno, pues yo tengo
mi mini huerto, un blog y un perro, que es mi versión sui géneris de ese cuento.
Y fíjate que con el blog, igual he descubierto una nueva vocación, que una
siempre llevó el arte en sus venas. Me ha permitido desarrollar mi creatividad
en un ámbito que desconocía totalmente, experimentar y evolucionar como
contadora de historias.
- El relativo anonimato me permite
desinhibirme al creerme invisible, y me atrevo a contar cualquier barbaridad y
a pasearme por aquí en pelotas, aunque paradójicamente lo que escribo puede ser
visto por mucha gente, e incluso le ha llegado a mi madre. De hecho las
estadísticas dicen que ahora mismo hay un chino leyéndome, ¿mola eso o qué? Como
decía Oscar Wilde, “que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no
hablen”.
- He leído historias maravillosas
que me han enriquecido navegando de blog en blog, y gracias a ello he conocido
virtualmente a otros blogueros, con los que a base de intercambiar comentarios,
se ha creado un cierto vínculo de amistad, y nunca se debe rechazar un hombro
en el que apoyarse o una mano a la que agarrarse, aunque sea virtual.
Por todo esto, un año después de
que publicara "A" y de que este blog viera la luz por primera vez, me deseo felicidad(es).
Marilyn soplando una vela. Rita soplará un cirio. |
Happy birthday to you, blogger!
ResponderEliminarOh thank you darling!
EliminarFeliz no (o sí) cumpleaños!!
ResponderEliminarSí sí sí. Y sobre todo que sea feliz. Te invito a tarta, anónimo.
EliminarPues sí, las horas dedicadas a la tv caen en picado, solo por eso ya merece la pena bloggear.
ResponderEliminarTu forma de escribir, incontinencia verbal incluida, es muy divertida, lo único malo es que a mí muchas veces me entra la pereza y me digo “mañana lo leo”.
Un beso y que cumplas muchos más.
Muchas gracias guapa, eres una de las blogueras a las que más cariño tengo, por ser de las primeras que dejó su huella por aquí.
EliminarNos seguiremos leyendo. Mua!
Jjajaj y un japones, y un australiano y un.... jolín, es verdad es algo que pone c* ;^P_ q pone digo_ Yo tb he hecho cosas importantes, he tenido 3 blogs, he plantado el jardín de mi casa y tengo un conejo (esto q has dicho me ha encantado)
ResponderEliminarMe he levantado justo a darle de comer q es como un reloj suizo y todoooos los días a las 06h mi bola con pelos me araña la puerta y aquí estoy, riéndome como siempre con tus deliciosos post ;)
Viva esa incontinencia verbal, no te tomes nunca un motilium jijij
Gracias Sonsoles, no sabes el buen rollo que me dan siempre tus comentarios y tus ánimos.
EliminarOyeee, pues tú me llevas mucha ventaja, que vas dos blosgs por delante y un jardín no es comparable a unas cuantas macetas con hierbas que se suponen comestibles pero que por fumigarlas las he convertido en decorativas. Te gano en cambio en lo del "hijo", porque a tu bola de pelos seguro que no la tienes que sacar a pasear.
Probaré el motilium sólo si se me queda alguna palabra atragantada.
¡Muchos besos!
¿Ya un año? Felicidades!! Y que sigas mucho tiempo por aquí. Yo también escribo como terapia (me he sentido muy identificada con el punto dos), pero leer a gente con experiencias similares a las mías, gente con la que me identifico, también es un modo de terapia.
ResponderEliminarBesos y felicidades de nuevo
Siii, un año, aunque no soy muy prolífica y debería darle más a la tecla porque dicen que para que esto "funcione" hay que tener cierta constancia y continuidad, pero ni si quiera me marco eso como un propósito. Prefiero utilizar esto sin presiones ni más pretensiones que el hecho de que me sirva a mí, según me apetezca y el tiempo que tenga, y de ahí si le llega a más gente... ¡pues estupendo!
EliminarMe encanta que te pasees por aquí con tus tacones. Besos para ti también, mua! (y gracias!)
Intento pasarme siempre que puedo, espero no hacer mucho ruido con el taconeo :)
EliminarJajaj, qué buena la frase de Oscar Wilde, y me encanta eso que decís de que el anonimato hace que te puedas mostrar tal cual sos (aunque no lo decís así, jaja).
ResponderEliminar¡¡¡Felicidades!!! Y que sean muchos años más...
Un beso
¡Muchas gracias! Y que vosotros lo veáis :-)
Eliminar44!!! Qué número más chulo! Felicidades por tu blogiversario y por tu nueva seguidora :-P Aún no sé por qué no me había pasado por aquí...en fin...Aquí me quedo, leeré algo más aunque solo con leer esta entrada me da en la nariz que el resto será de mi agrado :-)
ResponderEliminarBicos!
¡Esa Cocci cómo mola, se merece una ola! ¡44, bieeeen!
EliminarJajaja, bueno, yo te sigo desde hace tiempo, me alegro de que te hayas dejado caer por aquí y espero que te quedes a gusto. Besos!