viernes, 12 de abril de 2013

Rita y un hombre de verdad




Después de escribir la carta de una convaleciente, hubo varios amigos que me confesaron que en el momento de leerla se preocuparon creyendo que me había pasado algo grave o que de verdad había estado ingresada en el hospital. La reacción que más me sorprendió fue la de dos amigos que me dijeron que no les extrañaba que me hubiera dado el arrebato y me hubiese largado quién sabe a dónde y con quién a echar unas carreras. ¿Yo? ¿En serio que me veis yéndome de rally con un desconocido? – les dije.  Hija, cosas más raras te han pasado – contestaron.

Y tienen razón; que aparte de que soy un poco Drama Queen, admito que también me atrae lo rarito. De hecho, una persona muy sabia me dijo que tenía que asumir que ciertos episodios de mi vida son más retorcidos que un guión de Almodóvar. Seguramente no sea casualidad que hoy en día mi profesión esté relacionada con el mundo de la interpretación, que yo de pequeña ya le cantaba a mi madre lo de “mamá, quiero ser artista”, como Conchita Velasco.

Ella se reía, sin embargo me repetía que tenía que estudiar una carrera, dejarme de pájaros en la cabeza y aspirar a tener un trabajo estable y un sueldo fijo. Y sé que también le gustaría que ya hubiese encontrado a alguien con quien formar una familia para darle nietos.

Probé lo de la carrera y lo del trabajo convencional, pero tras cuatro años en la facultad y varios bandazos profesionales -pero exitosos para mi edad-, descubrí que lo estándar y rutinario no iba conmigo y me hice “artista”. En cuanto a lo de la pareja digamos que mi suerte y experiencia no es ni remotamente comparable a los logros que conseguí en mi vida laboral. Mi relación más larga (y tormentosa) apenas llegó a los tres años entre idas y venidas. Por eso digamos que soy una analfabeta de la convivencia en pareja, y aunque siempre me he aplicado mucho en la asignatura del amor, he tenido demasiados suspensos en mi vida. Esto de tener éxito en el amor para mí es una espinita clavada, aunque ahora mis heridas y mi soledad las vivo con cierta resignación y procuro buscar lo bueno de este estado, para conocerme y quererme más y mejor.

Conservo un grupo de amigos de la época del colegio con los que quedo a comer o a cenar al menos un par veces al año. En todo este tiempo desde que dejamos el cole, sólo he conseguido ir emparejada a dos de esos encuentros, porque la mayoría de las veces o estaba soltera o aquel que compartía sábanas conmigo de manera habitual, no quería pasar por el marrón de que otros le etiquetasen como novio oficial. ¡Uuuhh, PAREJA, qué miedo! Creo que a todos los hombres que pasaron por mi vida les daba alergia el ser algo más que un rollo, y desde luego no estaban dispuestos a asumir ciertos compromisos. Y la verdad es que soportar durante tanto tiempo las bromitas de mis amigos –los cuales me dan por imposible- al respecto de mi soltería, no ha sido siempre fácil. En los últimos años me lo he tomado con más humor, y suelo excusar a mi “novio imaginario” diciendo que está liadísimo y no puede acompañarme a nuestras reuniones semestrales. Como ya no cuela, les he jurado que cuando llegue a los 40 años, si mis circunstancias siguen siendo las mismas, me casaré con otra amiga que está igual que yo, por darles la alegría de poder asistir a nuestra boda y que nos dejen en paz… pero básicamente el pacto lo hemos hecho por poder disfrutar de más días libres en el trabajo por matrimonio y cogernos unas vacaciones que te cagas. ¡Anda que no!

Se aproxima una de estas reuniones y aún me faltan unos años para los 40. Después de ver “Lars y una chica de verdad”, le comenté a mi mejor amigo (uno de los que me visualizaron como Penélope Glamour conduciendo un descapotable y que creyó que había tenido un accidente tras leer “Carta de una convaleciente”) que estaba pensando en llevar un muñeco de tamaño real y presentarlo como mi novio. Y le pareció una idea estupenda, y sobre todo muy acorde con mi estado mental estilo de vida. Él me quiere, pero me dice que de mayor me ve como una mujer loca, vieja y arrugada, con canas, todo el día en bata, y rodeada de 50 perros. Y soltera, claro. Y yo le contesto que sólo me faltan 49 canes para llegar a ser lo que él se imagina (de coña, supongo) que me depara el destino.



“Lars y una chica de verdad” es una película tierna a más no poder; una preciosa fábula sobre los sentimientos, una alegoría sobre la soledad, las relaciones y la relatividad de lo que se considera verdadero.

SINOPSIS:Lars (Ryan Gosling), un joven enormemente tímido y dulce que vive en una pequeña localidad junto a su hermano (Paul Schneider) y su cuñada (Emily Mortimer), lleva por fin a casa a Bianca, la chica de sus sueños. El problema es que Bianca es una muñeca que encargó por Internet, aunque Lars la trata como si fuera una persona real. Alentados por una doctora (Patricia Clarkson), y en un esfuerzo por comprenderle, su familia decide seguir con la fantasía de Lars, de la que pronto acabará participando todo el pueblo. 

AVISO QUE A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS DE LA PELÍCULA, POR SI AÚN NO LA HAS VISTO (YO TE LA RECOMIENDO)

Lars rechaza a los demás y vive prácticamente asilado, pero todo esto cambia cuando conoce a Bianca, una preciosa misionera mitad-danesa, mitad-brasileña, que se encuentra de año sabático viajando por el mundo. En cuanto Bianca llega al pueblo, Lars decide presentársela a su hermano Gus y a la mujer de éste, Karin. Para el espanto del matrimonio, Bianca resulta ser una Real Doll, una muñeca de tamaño real hecha por encargo y comprada por internet. Sin embargo a los ojos de Lars, Bianca es una chica creyente que fue criada por unas monjas, que depende de una silla de ruedas, de carácter tímido y bastante recatada.

Karin y Gus deciden hacer frente a la situación contactando a la doctora Dagmar Berman -que además es psicóloga-, la cual les sugiere que convenzan a Lars para que traiga a Bianca a su consulta, con la excusa de poder prevenir cualquier trastorno que pudiera tener la extranjera debido al repentino cambio de clima. Mientras Bianca reposa en una camilla “haciéndose varios chequeos”, Lars sin saberlo, comienza su terapia con Dagmar. Lars sufre de un delirio como consecuencia de sus carencias afectivas, y para ayudarle a superar su crisis, todos deberán colaborar; por lo que la doctora le recomienda a Gus y Karin que procuren seguirle el juego.

En poco tiempo, Bianca se convierte en una parroquiana más de la iglesia del pueblo, y no sólo va a misa, sino que hace de modelo en el escaparate de una tienda, trabaja de voluntaria en el hospital “leyendo” audiolibros a los niños enfermos, y empieza a acompañar a Lars a los primeros acontecimientos sociales en los que éste se decide a participar.

Bianca en realidad es una proyección de la propia personalidad de Lars, y la muñeca le ayuda a abrirse y a expresarse con los demás. En realidad ella no le hace compañía a Lars, pero sin embargo consigue que el resto del pueblo sí se la haga. El resultado es que el hecho de tener novia -aunque sea de silicona-, a Lars le permite participar en la sociedad tal y como siempre ha deseado. Y todo gracias a la inestimable ayuda del pueblo, que no duda en participar en el delirio de Lars integrando a Bianca en su comunidad. 

Es una situación muy cómica y a la vez muy dramática, pero que es tratada con mucha naturalidad, como si Bianca fuera una mujer de verdad y Lars no estuviese loco.

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Y digo yo, que ya que mis amigos me quieren tanto y que algunos de ellos me dan por trastornada, podría pasar como en la película: estoy segura de que acabarían normalizando la situación si me vieran aparecer con un muñeco de tamaño natural en cualquier evento. ¡Porque yo lo valgo! Así dejarían de torturarme con la misma murga de siempre, porque el muñeco no se me iba a hacer el remolón ante ninguna comida/cena de compromiso entre amigos, que te lo digo yo, ¡hombre! La pena es que por más que busco en internet, me temo que los muñecos no los pueden hacer con la barba que tanto me gusta.

Esto es lo más decente que he encontrado:

Ola k ase, xica wapa



REFERENCIAS: 

20 comentarios:

  1. Jajajajajaja... En el fondo me parece una buena idea. Pero en el fondo, eh! ;)

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  2. Y después de haber visto además "Tamaño natural" de Berlanga y el primer capítulo de la nueva temporada de Black Mirror, creo que es una idea factible y aún más estupenda.

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  3. http://www.fotolog.com/evaharrington/32537490/#profile_start

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    1. Tú eres mi alumna más aventajada :-p

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    2. :P Gracias, profe

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    3. No le voy a enseñar a mi padre a hacer hijos, que tú eres una enciclopedia del buen cine, pero me alegro de que compartamos puntos de vista :-)

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  4. Qué coincidencia poque el otro día comenté con una amiga el tema de los muñecos y robots del amor. Ella me decía que iba a tener que buscarse uno a ver si le iba mejor que con su marido y a mí se me vino a la cabeza el personaje de Jude Law en Inteligencia Artificial. La verdad es que no me acaban de convencer, no sé si es que mis niveles de desesperación aún no son lo suficientemente altos :S

    Me apunto la peli, por supuesto! :D

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    1. Evidentemente un muñeco o robot nunca podrá tener sentimientos, aunque con los avances de la tecnología puedan llegar a asemejarse mucho a nosotros.
      En "Be right back", (atención, Spoiler)el primer capítulo de la última temporada de Black Mirror, la protagonista se hace una réplica de su marido muerto, el cual actúa y habla igual que el difunto, gracias a un programa que vuelca todas sus actualizaciones en las redes sociales.
      Esto le hace a uno pensar que efectivamente en un futuro no muy lejano, ir acompañados de un muñeco robotizado no tiene por qué ser tan extraño.
      Además, ni se va a mear fuera de la taza ni te puede romper el corazón como los hombres reales.
      A mí me echa para atrás la pasta que valen y por supuesto lo de la barba :-P

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  5. Oye pues al menos no va a poner pegas a nada que decidas, y si en el terreno sexual hace una apaño, tampoco es tan mala idea.

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    1. Ya. El gran problema es que nunca me han ido los pusilánimes, pero para sacarme del marrón de las quedadas con mis amigos, me vale.

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    2. Si, esas reuniones pueden ser de lo mas pesadas. Y si pasas del muñeco y de las preguntas de marras?

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    3. Las preguntas son inevitables cuando uno no se ve en mucho tiempo y te quieres poner al día. Lo del muñeco sería un puntazo.

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    4. Sería un puntazo, pero ten en cuenta que de presentar a un muñeco como acompañante a irrumpir en una cafetería dando gritos con un calzoncillo en la mano hay una linea muy delgada.

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    5. Jajajaja! Yo podría ser esa, sí.

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  6. Me encanta esa peli. Ryan Gosling, además, es una estrellaza.

    Lo del muñeco, no sé no sé... A ver si luego no funciona bien. ¿No es mejor contratar un actor para llevártelo a esas cenas con los amigos?

    Creo que a los chicos manta los retiraron del mercado, venían defectuosos o algo ;-)

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    1. Esta película es una joyita que he descubierto hace poco; nunca es tarde si la dicha es buena. De aquí enlacé con "Tamañp Natural", "Airdoll" y con Black Mirror. Todo un popurrí de muñecos y distintos enfoques, y este es el que más me ha llegado.

      La idea del muñeco es estupenda: no va a protestar ni a decir nada inoportuno, ni saldrá espantado cuando escuche los trapos sucios que mis amigos suelen sacar de mi pasado en cada reunión.

      Yo hace mucho que no veo chicos manta....

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  7. Jajaja, si piensas que a los 40 vas a estar más cuerda, olvídate!!
    La peli pinta bien, lo del muñeco no lo veo, aunque si tiene barba .... mmm.

    Un abrazo.

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    1. Tienes razón, esto va a peor y cuesta abajo, jajaja. Así que, ¿por qué no permitirse esos lujos y esas licencias de hacer lo que a uno le brota? :-P
      Otro abrazo "redondo" para ti.

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  8. Qué bueno. Eres muy divertida. Lo que imagino leyéndote es que lo normal es que tuvieras cola para acompañarte a las cenas o comidas anuales.


    Ryan Gosling es una de las sorpresas que me he llevado últimamente en el cine. Hace un par de semanas vi "Blue Valentine", y también hace un trabajo estupendo. En "Lars.." está genial, igual que en "Los Idus de marzo". No entendí muy bien que pudiera salir con S. Bullock, pero ha acabado arreglándolo con Eva Mendes.

    Es una película muy buena, estoy de acuerdo, da juego para llevarte un buen rato hablando de ella.

    Bueno, sigo con los atrasos.

    Un beso.

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    1. He tenido y tengo mi público para ratos de risas y disfrute sin compromiso, pero luego todos huyen, y ya creo que el problema soy yo, que les asusto porque soy bastante intensa...
      Ryan Gosling desde luego es para no perderle de vista. Totalmente de acuerdo con tu comentario marujo sobre su vida sentimental, je je je.
      Tengo que ver Blue Valebtine, hace tanto que no voy al cine. ..

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