jueves, 31 de enero de 2013

La importancia de llamarse perfecto


 
"Hay gente a la que no se le deben contar ciertas cosas. La vida es una cuestión de tacto"
Oscar Wilde

Los eufemismos o la manera de no llamar a las cosas por su nombre, a veces molan (menos en política).

Las palabras son un arma de doble filo, un arma cargada de significado, el cual puede variar en función del individuo que las interpreta.
Cuando la normalidad en el lenguaje o incluso el sentido del humor pueden hacer daño, resulta útil crear una verborrea sustitutiva para no llamar a las cosas por su nombre, para tratar de construir una realidad menos cruda, como si midiendo las palabras estuviéramos preparando el terreno para lo que queremos decir.

En ocasiones simplemente ocurre que aquello de lo que se quiere hablar aún no tiene nombre, como cuando en el inicio de una relación aún no se ha consensuado lo que sois el uno para el otro. Los eufemismos pueden ayudarte dándote pistas sobre lo que se está hablando. "No quiero compromisos" es un zas! como una catedral que viene a significar que no eres más que un follaamigo. Nada mejor que los eufemismos para atraer la atención hacia lo que se quiere destacar de ese “algo” sin nombre. Es como si se estuviera trazando con palabras el boceto de lo que aún no tiene identidad.

Cuando aparece un hombre en mi vida y aún no tiene una identidad definida porque estamos empezando a conocernos, éste es bautizado con un mote. Así, a los dos últimos les he llamado “Bizcochito”y “Bomboncito”, dos guapetones cuyo interés no iba más allá de querer pegarte un atracón para no volver a repetir. Comida que entra por los ojos pero con valor nutritivo cero.

A medida que el boceto del “sin nombre” se va perfilando, la manera de nombrarle puede ir variando. Generalmente para entonces el susodicho ya ha pasado por mis sábanas, y entonces el mote se convierte en apodo o en eufemismo que suele hacer referencia a sus atributos o técnicas amatorias. “Bomboncito”por ejemplo ahora es “el ñoño-man que se coloca con batido de fresa”. Pero también podría hablaros del paso de otros hombres que fueron bautizados como “Penetrator”, “Thermomix”, “Boa constrictor”, “el asturiano blandito, “el monje budista” o “el gatito”. Por cierto, yo soy “la perra”.

Dicen que el apodo perfecto es aquel que es cómodo de recordar y fácilmente repetible, y que además ha de ser autoexplicatorio porque no necesita de una pregunta intermedia para su total entendimiento. Y he aquí el por qué de toda esta disertación introductoria.

 Amigo cibernáutico que en esto del ligoteo andas más perdido que Adán en el día de la madre o que Michael Knight en un seat panda: te diré que no sé cuál es el nick perfecto para tu perfil en las páginas de encuentros, pero te recomiendo que le dediques un poco de tiempo a elegir tu alias y que te lo curres, porque la primera impresión es la que queda. Tienes que plantearte que ese vocativo va a describir a tu alter ego, es tu eslógan que va a darte una identidad elegida en la que a priori no existen tus defectos ni tus fracasos, por lo que si quieres captar nuestra atención, no deberías pasar por alto ciertos detalles a la hora de escoger tu nick. Con el fin de poder conquistar a la amada, todos podéis crear con vuestro nombre un "Ernesto", y es que ser natural y honesto, es la más difícil de las poses (O. Wilde).

Parece una tontería, pero según los expertos en ciberligoteo, la elección del nick adecuado supondrá no menos del 75% de las posibilidades de éxito.

Estos expertos y yo, estamos de acuerdo en cuáles son los errores que no debes cometer:

- Trata de ser original, no utilices nombres tipo “Pepe75”, “Kike33”,o cualquier nombre vulgar seguido de un número detrás, porque irás a parar directamente al saco de los del montón, y por lo tanto deberás currártelo mucho más cuando intentes iniciar una conversación. Es algo psicológico.

- Si tu nick lleva una repetición de XXX o es un nick directo tipo “MachoInsaciable”, “PeneCaliente”, o hace referencia a los atributos del macho ibérico tipo “BomberoXXL”,está claro por dónde van tus tiros, así que luego no intentes entrar a las tías en plan osito amoroso, ni te ofendas si no nos fiamos de ti o si alguien te pregunta por tus tarifas.

- Si te autodenominas como nosequé seguido de cariñoso, amoroso, meloso, y casi cualquier cosa que acabe en “oso”, o si tu nombre hace referencia a algún personaje tierno e infantil, la impresión que me estás dando es de baboso, y que seguramente tu vida sexual sea la misma que la de una ameba, o sea, nula. Y eso como que echa para atrás.

- “TopeGuapo”,“MaduritoInteresante”, “TuSueño” etc., son apodos que deberías dejar que te otorgásemos nosotras si procede. Ya si eso ¿por qué no llamarte “Pretencioso” o “ChuloPlaya”?

- Cualquier palabra que pueda tener connotaciones negativas tipo aburrido, solitario, "casado-e-infiel", además de decirnos que publicista no eres, lo más seguro es que nos frene a la hora de decidirnos a conocerte. Tu único público será el de las mujeres que van de redentoras por la vida. Plantéate seriamente si lo que buscas es una madre o una amante.

- Ten en cuenta que probablemente tu nick sea un tema de conversación, por lo tanto si escoges el nombre algún personaje famoso, al menos ten un poco de criterio y no elijas el de alguien que no sabes ni quién es. ¡Y aprende a pronunciarlo!

Si nadie te contesta cuando intentas ligar por la red, ten en cuenta todos estos puntos, y utilizando de nuevo las palabras del señor Wild, te daré el mejor consejo de tu vida: las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.

¡Chaval, tú puedes!

 Y hasta aquí mi paja mental de hoy.

9 comentarios:

  1. ÓLE, ÓLE Y ÓLE.
    Jajajaja. Hay cada nombre por ahí... Las apariencias engañan, sí, pero currarse un nombre "decente" tampoco cuesta tanto.
    Muak.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que si, tu debes entender del tema, porque el nombre de Rita derrocha originalidad...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja. 1. Esto no es un portal de encuentros. 2. A pesar de que mi nombre te parezca poco original, no peco de ninguno de los puntos que explico. 3. Siempre es más fácil predicar en cabeza ajena.

      Eliminar
  3. Espero no acordarme de lo de los apodos la siguiente vez que esté con una chica en faena... empezar a pensar en cómo podrían apodarme podría a-co-jo-nar-me... Menos mal que en esos menesteres se piensa más bien poco :p

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejeje... Suerte que vosotros a veces podeis hacer de robots y desconectar de todo ;-)

      Eliminar
  4. Respuestas
    1. Su paso por esta entrada es más anecdótico que otra cosa, pobre, pero sí, manejaba muy bien el tema de la ironía.

      Eliminar

No te cortes, di lo que sea que aquí no hay censura